viernes, 9 de julio de 2010

Romanticismo I

Pasaron 13 días. Me parece que lo extraño. ¿Lo extraño? No sé, me parece que debería extrañarlo. En realidad quiero que él me extrañe.

Perdón. Interrumpo bruscamente por algo que me hace ruido. Hay cosas que les dicen a mis amigas que no me puedo sacar de la cabeza. Comienzo con la primer anécdota. La víctima: mi mejor amiga.
Un "reincidente", (dícese de aquel nabo que nos deja, o nosotras dejamos en un momento de lucidez extrema por incompetente, que tras unos meses de sequía de compañía femenina potable o compañía femenina alguna decide hacer una nueva entrada triunfal en nuestras vidas, para bien o mal nuestro), le pide una segunda oportunidad a lo que mi amiga responde con un amable y cálido: No, gracias.

El reincidente insiste obviamente alegando que esta vez quiere, ¡atención!, "algo serio", a lo que mi amiga bien saca el tema de si hay que "estar o no estar" enamorado para empezar una relación. El argumento principal o tesis planteado sería que para tomar la decisión de querer formalizar una relación con alguien, debería haber un mínimo de enamoramiento. No? Es lógico no? Quizás no, quizás es una locura y estamos desvariando. No?
A lo que el reincidente responde, en un intento de evitar el patetismo de haber sido rechazado de antemano: Noooo, yo no estoy enamorado ni ahí de vos, va a ser muy muy muy difícil que me enamore. (Nótese el muy multiplicado por tres, textual).
Conclusión: Este divino si que la tiene clara en como ganarse a una mina de vuelta. Un encantador total. Muchachos, aprendan.






1 comentario:

  1. Me encanto tanto la imagen que me voy a sacar una foto, la voy a poner en Fb y me voy a etiquetar en ese gran momento digno en mi vida.

    jajajajaja
    excelenteeee ! :)

    ResponderEliminar